¡No te pierdas la reseña de este clásico que nunca va a aburrir!
Dirigida por Adrian Lyne, estrenada en 1983 y galardonada en los premios Óscar, Bafta, Globos de Oro y Grammy. Protagonizada por la increíble Jennifer Beals y Michael Nouri.
Con sus impecables pasos de baile, Alex (Jennifer Beals) nos sorprende y emociona. No es fácil ser una joven soldadora y aspirar a ser bailarina profesional, con los duros comentarios de la gente que nos rodea, pero sobretodo la autoexigencia y los prejuicios que se nos imponen desde muy jóvenes. Pero eso a Alex no le impide continuar con sus sueños.
El filme tiene uno de los soundtracks más emblemáticos de la década de los ochenta y eso es indiscutible. Compilada por Giorgio Moroder, contiene canciones como “Maniac” o “Flashdance… What a Feeling”, es imposible no escucharlo y sentirse ahí, rodeado de esos peinados ochentosos, música de lo más divertida para bailar y la icónica vestimenta de la época.
El filme tiene una escenografía dura, industrial. Intenta contrastar la vida de una muchacha que trabaja en la industria del acero y que a la vez, puede convertirse en una bailarina de ballet. Dos opuestos que uno a simple vista no relacionaría jamás.

¡Un dato curioso!
¿Sabías que Jennifer Beals quedó seleccionada para el papel con tan solo 18 años? Dejando atrás actrices como Demi Moore, Melanie Griffith o Jamie Lee curtis

También hay temas que toca el filme muy negativos, como por ejemplo el maltrato dentro de la pareja (que décadas anteriores era mucho más tolerable e incluso retratado como algo romántico), nos hace reflexionar sobre cómo evolucionamos como sociedad no tolerando ciertos maltratos, tanto de hombre a mujer como de mujer a hombre. También demuestra cómo a la mujer por lo general se la toma como objeto y no como ser humano, tema importante que sigue sucediendo en la actualidad.